La selectividad, o también llamada prueba de acceso, se estructura en las siguientes fases:
FASE GENERAL
Fase obligatoria de asignaturas generales que deben realizar aquellos que se presenten a la prueba.
Se examinarán de las siguientes asignaturas:
- Lengua catalana y literatura
- Lengua castellana y literatura
- Lengua extranjera (a escoger entre Alemán, Inglés, Francés e Italiano)
- Historia
Una materia común a escoger entre: Latín, Matemáticas, Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, Latín o Fundamento del Arte.
FASE ESPECÍFICA
Fase voluntaria de asignaturas específicas que pueden realizar aquellos que se presenten a la prueba.
Pueden examinarse hasta un número máximo de tres de las siguientes asignaturas
- Análisis musical
- Biología
- Ciencias de la tierra y del medio ambiente
- Cultura audiovisual
- Dibujo artístico
- Dibujo técnico
- Diseño
- Economía de empresa
- Electrotecnia
- Física
- Fundamento del Arte
- Geografía
- Griego
- Historia del arte
- Historia de la filosofía
- Literatura castellana
- Literatura catalana
- Latín
- Matemáticas
- Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales
- Química
- Tecnología industrial.
Además, las materias comunes de opción también pueden ser examinadas en la fase específica, siempre y cuando no hayan sido elegidas en la fase general.
Aunque los estudiantes pueden realizar tres exámenes de la fase específica, sólo se tendrán en cuenta y puntuarán los dos exámenes de asignaturas específicas con mayor nota.
Características y calificación de la fase específica
De cada asignatura examinada en la selectividad, se obtiene una calificación de 0 a 10 puntos y sólo se tendrán en cuenta a partir del aprobado, es decir, si la calificación del examen es igual o superior a 5.
Las calificaciones de las materias de la fase específica se ponderan según el coeficiente que corresponda a cada grado universitario al que el estudiante quiera acceder (0,1 o 0,2). De tal manera, con los dos exámenes de la fase específica podrán sumar hasta dos puntos con cada uno.
Por lo tanto, las dos calificaciones de asignaturas superadas a la fase específica, una vez ponderadas, proporcionarán una mejor nota de admisión al grado.
Con todo lo que implican estos exámenes, no hay duda que, la selectividad es una prueba decisiva para el futuro de los estudiantes y los resultados pueden ser determinantes para poder acceder a la universidad.