“No se está quieto”, “Estudiar no es lo suyo” o “Es imposible que se saque una carrera” son algunas de las frases que pueden haber escuchado los alumnos con TDA o TDAH a lo largo de su vida. Sin embargo, más allá de los estereotipos, ¿Cómo afecta este trastorno del aprendizaje? ¿Está preparado el sistema académico para adaptarse a estos alumnos? Para intentar responder a estas preguntas y a muchas más hemos conversado con Emma Panisello Gamundi, psicóloga y pedagoga del Centre Terapèutic Rosselló en Barcelona.
Empecemos explicando lo más básico. Las siglas TDA o TDAH responden al Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad —de ahí a que a veces aparezca con ‘h’ y otras veces sin— y se caracteriza por “cierta dificultad en la concentración”. “Son personas a las que les cuesta seguir el hilo de las explicaciones”, resume Emma Panisello, añadiendo que “también suele haber cierta impulsividad e hiperactividad”, en el caso del TDAH. Según cifras de la Federación Española de Asociaciones de TDAH (FEAADAH), en España un 5,9% de menores y adolescentes, y un 2,8% de adultos están diagnosticados de TDAH.
A diferencia de lo que algunas personas sostienen, Emma Panisello considera que un diagnóstico durante la infancia y la adolescencia es lo ideal, ya que así tanto la persona como su entorno entienden y le ponen palabras a la manera que tiene de funcionar el paciente diagnosticado. “El diagnóstico ayuda a la persona, porque comprende qué le está pasando y le hace sentir mejor”, confirma la psicóloga, aunque remarca que deben hacerse las pruebas pertinentes.
Afrontar la selectividad siendo un alumno con déficit de atención
Para la mayoría de estudiantes, el bachillerato es una etapa determinante para su desarrollo académico. Además, suele ser un momento vital marcado por la incertidumbre respecto al futuro, la presión por las notas y el estrés por alcanzar ciertos objetivos en la selectividad. En este contexto, el ritmo intenso y exigente de estudio enfrenta a las personas con TDA y TDAH cara a cara con su tendencia a la dispersión.
En Cataluña, hace años que las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) tienen en cuenta a los alumnos con necesidades educativas especiales. En el caso de los alumnos con TDA/TDAH y otros trastornos de aprendizaje, se les examina con sus compañeros de centro en el Tribunal Ordinario Específico (TOE) y disponen de 30 minutos más para realizar cada prueba. “Este tiempo extra les es de gran ayuda, ya que suelen tardar más al no estar concentrados. También tienden a ponerse más nerviosos que sus compañeros”, constata la psicóloga y pedagoga Emma Panisello. Pero, ¿media hora más de tiempo es suficiente?
Panisello opina que “cuantas más medidas mejor”. “Sería recomendable que hubiese un profesor de refuerzo dentro del aula para atender las dudas de estos alumnos y facilitarles la comprensión de las preguntas”. La psicóloga también haría “un planteamiento más sencillo” de los enunciados, “porque les cuesta más articular todos los elementos del ejercicio”. “Como más simple el redactado, mejor”, sentencia.
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Las clases de repaso, clave para los alumnos con TDA/TDAH
A pesar de que la mayoría de docentes tienen buenas intenciones y cada vez son más conscientes de la diversidad en las aulas, Panisello apunta que hacen falta más recursos para atender a los alumnos con TDA y TDAH. Además de aumentar el personal, la clave está en el refuerzo positivo, según nos explica la psicóloga. “Es importante felicitar al alumno, animarlo, centrarse en lo que hace bien y tener mucha paciencia”, expone.
Por otro lado, Panisello remarca que ir a clases de repaso fuera del aula “es vital”, tanto para que profesores especializados les ayuden a organizar y a estructurar las rutinas y técnicas de estudio, como para que reciban una atención más personalizada.
“A este tipo de estudiante le suele pasar que se olvida de apuntar las tareas, no sigue la explicación del profesor o se distrae a media clase y ya no reconecta. Por eso mismo funcionan tan bien las clases de refuerzo”, indica Panisello. La psicóloga también enfatiza que “la organización es básica para que no genere ansiedad” y avisa que “en casa difícilmente se pondrán a trabajar y es más fácil que se autogestionen en un centro de refuerzo”.
De hecho, Panisello explica que con frecuencia llegan pacientes a su consulta, que no van a academias de repaso por desconocimiento o falta de confianza. “El propio alumno o la familia cree que al tener déficit de atención no aprovechará esas clases y es todo lo contrario, porque el profesor puede estar más pendiente y lo agradecen mucho”, apuntala.
Éxito académico más allá del estigma
Es innegable que el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad añade cierto grado de dificultad a todo lo relativo al aprendizaje, pero no es incompatible con el éxito académico. Por eso, es importante acallar esas voces internas y externas que reproducen creencias limitantes como el “nunca seré capaz de estudiar” o “no llegará a la universidad”.
En ese sentido, Emma Panisello es tajante: “Un diagnóstico no significa que no puedas estudiar. El TDA /TDAH es independiente a la inteligencia, se puede ser muy inteligente y tener déficit de atención”. Eso sí, advierte que hay que establecer unos objetivos claros. “Tanto en terapia como en las academias de repaso se trabaja mucho para orientar a estos alumnos y ayudarles a concretar hacia donde van y qué objetivos tienen”, añade.
A su vez, eso se traduce en motivación. Y es que más allá del estigma y del propio trastorno, es crucial que estas personas sean conscientes de que pueden superar los retos que se propongan. “Tengo muchos pacientes con TDA y TDAH y llegarán a donde quieran. Es cuestión de ir haciendo y no parar”, concluye la psicóloga.
Cómo solicitar la selectividad adaptada al TDAH/TDA
Los alumnos con TDAH o TDA que actualmente cursan segundo de bachillerato en Cataluña deben tramitar la solicitud para examinarse en la selectividad con criterios específicos a través de su centro de secundaria. Si es la primera vez que se presentan, pero tienen el bachillerato finalizado en años anteriores al actual, tienen que enviar un Formulario de Contacto a la Oficina de Acceso a la Universidad en el momento de la matrícula de la PAU adjuntando la solicitud, el certificado demostrando que se cursó el bachillerato con un plan de apoyo individualizado y una copia de la matrícula.
En el caso de que la vía de acceso a la universidad sea un ciclo formativo de grado superior (CFGS), hay que tramitar la solicitud a través del centro de secundaria o, si el CFGS finalizó en años anteriores, se debe presentar la solicitud, una copia de la matrícula y el diagnóstico psicopedagógico que acredite el trastorno del aprendizaje.
El alumnado que se haya examinado anteriormente en las PAU, debe enviar una solicitud vía Formulario de Contacto a la Oficina de Acceso a la Universidad en el momento de la matrícula de la PAU indicando que desea que se recupere su documentación de asignación en el tribunal ordinario específico (TOE).
